Ecosistemas artificiales o humanizados
10/06/2020
¿Qué es un ecosistema artificial o humanizado?
Los ecosistemas artificiales, a diferencia de los naturales, son aquellos en los que la intervención humana ha sido crucial para su aparición o supervivencia. No existe un modelo único de intervención humana. Es posible que muchas de las condiciones como el suelo, la lluvia y los seres que componen el sistema estén influenciados por el ser humano.
En cuanto a las formas de energía involucradas, en los ecosistemas artificiales. Ésta proviene generalmente de fuentes artificiales, a diferencia de los ecosistemas naturales, donde el sol es la principal fuente de energía.
En el caso de los ecosistemas artificiales, podemos diferenciar entre factores abióticos naturales y factores abióticos artificiales. La última categoría es la de las construcciones realizadas por el hombre como casas, presas, puentes o edificios, que conforman el paisaje del sistema en el que conviven los seres.
Por último, existe la posibilidad de que, en vista de la intervención humana, se transforme la condición original de un ecosistema natural. Dando paso a un ecosistema natural modificado. Estas modificaciones suelen tener consecuencias graves como la desertificación, entre muchas otras.
Características de los ecosistemas artificiales
- La diversidad de especies es baja.
- Las cadenas alimenticias son simples y a menudo incompletas.
- No hay sucesión ecológica.
- El ciclo nutritivo-alimentario es artificial.
- La luz solar es una fuente de energía para las plantas, pero se incluyen fertilizantes artificiales y otros nutrientes.
- El hombre puede intervenir en varios procesos del sistema. En algunos casos la intervención se limita a la conformación del sistema.
Tipos de ecosistemas artificiales
Existe un consenso sobre los tipos de ecosistemas artificiales, dependiendo del tipo de intervención humana. Por lo tanto, hay dos tipos de ecosistemas:
- Ecosistemas urbanos:
Estos ecosistemas están compuestos por lo que conocemos como asentamientos urbanos. Su configuración artificial se basa en gran medida en la explotación de los servicios ofrecidos por otros ecosistemas, para obtener materiales como energía, agua, etc. Esta relación genera efectos negativos en los diferentes hábitats que los rodean. Estos generan residuos y contaminación más allá de sus límites, incluyendo efectos a largo plazo como los gases de efecto invernadero. Se estima que estos ecosistemas urbanos superan el 4% de la superficie del planeta, lo que equivale a casi 500 millones de hectáreas. - Ecosistemas agrícolas:
Se estima que este tipo de ecosistemas intervenidos por el hombre cubre 330.000 millones de hectáreas en todo el mundo, ocupando bosques, pastizales y montañas. Estos ecosistemas agrícolas, como también se les conoce, cumplen la función principal de satisfacer las necesidades de alimentos de la población humana. También abarcan los elementos que la industria utilizará para crear productos terminados. Se trata de productos de primera, segunda y tercera necesidad, cada vez más indispensables para el hombre moderno.
Hay tres tipos de ecosistemas agrícolas:
- Monocultivo: Produce un solo producto y suele ser a gran escala.
- Agricultura de subsistencia: Es la base de la agricultura campesina tradicional, se apoya en los árboles nativos de la región o introducidos, y en el cultivo de hortalizas.
- La cría de ganado: Incluye el pastoreo y la cría de animales. Estas actividades pueden requerir grandes superficies de tierra y generar graves daños a los hábitats cercanos.
Ecosistemas de embalses o presas:
Cubre la creación de pequeños ecosistemas a partir de la retención de agua, un recurso natural de un ecosistema natural. Para satisfacer las necesidades específicas de los seres humanos, ya sea para el consumo o para el riego de los cultivos. En este ecosistema artificial de embalses o presas aparecerán diversas formas de vida animal y vegetal, que tendrán diversas interrelaciones y se entenderán como un ecosistema en sí mismo.
Otros tipos de ecosistemas artificiales:
Existen otros tipos de ecosistemas con menor relevancia e impacto, pero que aún evidencian la intervención humana:
- Los invernaderos: Se trata de un ecosistema artificial destinado al cultivo. Aprovecha la concentración de humedad y temperatura en un determinado espacio para generar cultivos. Protegiéndolos de factores como la lluvia, el viento y los cambios drásticos de temperatura.
- Minas a cielo abierto: Son ecosistemas que surgen en zonas donde el hombre explota algún material valioso. En estos casos la vegetación es escasa, pero predominan los insectos y microorganismos.
- Arroyos: Estos ecosistemas surgen de la creación de causas artificiales para las fuentes de agua. Donde los microorganismos son capaces de generar algas y sedimentos que atraen a los insectos y otros animales.
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